Al mismo tiempo que falta transporte público, el Gobierno de la ciudad aplica parquímetros y más restricciones a la circulaciòn de automotores. La inacción no se resuelve tiñendo a la ciudad de colores amarillos, o el color que sea. Buenos Aires no es lo que era, es el precio del "progreso". Un progreso sin planificación que se ve claro en la edificación indiscriminada de esperpentos en altura. El público, ingenuo, cree acceder a paraísos de cemento por el sólo hecho de contar con pileta y parrilla. Y los constructores lo saben, aplicando items en sus folletos de venta. Barrios enteros ven a su vieja fisonomía desaparecer.
Aquí vamos a denunciar a todos. Gobernantes, legisladores, comuneros, desarrolladores, expertos en tránsito, ciudadanos comunes. Este blog estará abierto a los sufrientes moradores avasallados por el mal gusto y la estafa. También, a enlaces de blogs barriales que informan y producen cambios y trabajan desde hace años. Tenemos curiosidad, acceso a información, ganas de molestar a quienes nos molestan ¡Agarrense fuerte!
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